Publicado por El Regional de Piura el 6 de julio de 2010
César Padilla, coordinador del Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina, que integran cerca de cuarenta organizaciones, desde México hasta Tierra de Fuego, señaló que tanto en Perú como en Ecuador, los proyectos mineros no se consultan, sino se imponen y si hay consultas no representan los deseos de las comunidades y por eso estos pobladores ven en esos proyectos una amenaza a sus formas de vida, a sus fuentes de agua y sus formas tradicionales de producción; y en el caso particular de las comunidades indígenas, al uso de sus territorios.
Indicó que les preocupa que como no hay consulta hay rechazo, y frente a ello usan muchas veces la fuerza y represión; por eso en el encuentro realizado los dos últimos días en Conafoviser, buscaron acordar cruzar información entre las fronteras, tanto como las concesiones mineras de frontera lo hacen también estos lugares.
Referente al caso peruano donde el Ejecutivo rechazó la aprobación de la Ley de Consulta Previa, señaló que dicha ley no se puede aplicar y eso muestra justamente la contradicción respecto a la visión que tienen las comunidades con el Ejecutivo, donde una de las inquietudes de las comunidades indígenas es hacer que se reglamente debidamente, pero no es el interés de las grandes mineras transnacionales, sino de los verdaderos actores que deben ser protegidos en estas consultas.
Padilla lamenta la forma como se manejó en la sierra piurana el tema de la minería. “Hemos estado siguiendo primero el tema de Tambogrande y luego el de Majaz y consideramos que es una zona de alto riesgo desde el punto de vista de los conflictos, lo que debiera indicar que los reguladores como el Ejecutivo, el Legislativo y hasta el Poder Judicial, debieran tomar en cuenta todos estos antecedentes, para generar políticas que no exacerben los conflictos, sino que los eviten”, señaló.
Para ello, indicó que deben pasar por el diálogo, por la consulta y el fortalecimiento de un sistema democrático verdadero que considere y respete a todos los actores, inclusive de aquellos que se oponen a la minería, porque todos los actores tienen el mismo valor.
Recomienda que el diálogo se funda sobre el respeto y que el Ejecutivo considere que una forma de evitar conflictos es precisamente el diálogo, porque ha comprobado que las comunidades han tratado de mantener el diálogo hasta el final, pero en muchos casos el Ejecutivo fue quien se mostró reticente a dialogar.
Enlace:
http://www.eltiempo.pe/julio2010/edicion-06-07-2010/noticias/regional-200.html
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