DES - Integrando el Desarrollo

Por: Julia Cuadros
Fuente: El Tiempo
27/08/2009

Hace algunas semanas el ministro del ambiente Antonio Brack declaró que los piuranos debían solucionar el problema en torno al caso Río Blanco y que la minería podía fácilmente convivir con la agricultura. Es una lástima que nuestro ministro se pronuncie sobre este tema y no por ejemplo sobre las experiencias exitosas de negocios que existen en Piura. Experiencias como las de CEPICAFÉ, cuya producción además de café, como su nombre lo indica, también incluye productos como la panela, el cacao y las mermeladas de fruta.

Esta es una experiencia que da trabajo a 6600 productores, que además tiene una política de contratación a los hijos de los productores en la plantas de procesamiento. Su principal preocupación ha sido desde un inicio el bienestar del productor y por ende, tienen la certificación de comercio justo. No satisfechos con ello y conscientes de las demandas del mercado internacional actual, tienen una línea de producción orgánica que cuenta con certificación. Todo un ejemplo de negocios que involucran a la población, que permiten mejorar su calidad de vida y que además se dan en armonía con el medio ambiente, alcanzando grandes niveles de exportación.

Es una lástima que Antonio Brack no recuerde sus declaraciones de hace algunos años en las que señalaba que “el Siglo XXI va a ser el siglo de los productos orgánicos y naturales (…) y que “el futuro del la agricultura peruana está en buscar esos mercados”.

Así como CEPICAFÉ, Piura tiene otras experiencias igual de valiosas como las de CEPIBO (banano orgánico) o APROMALPI (mango), que muestran un modelo de desarrollo exitoso y sostenible. Estos modelos pueden ser puestos en riesgo en caso se concreten algunos proyectos mineros en la región. En efecto, las certificaciones orgánicas alcanzadas después de mucho esfuerzo se pueden perder. Además, no debemos olvidar que el agua con la que se abastecen las zonas media y baja de Piura en donde se desarrollan estos cultivos, proviene de las zonas altas en las que se pretende desarrollar el proyecto minero Río Blanco.

Ojalá nuestro ministro pueda hacer memoria y recordar que en algún momento sostuvo que “Lo primero que tiene que hacer el Estado antes de otorgar una concesión minera a un privado es hacer una evaluación de cuál es la situación allí y de cuál es la actividad más rentable en esa zona, si la minería o la agricultura”. ¿Se puede poner en riesgo un modelo de desarrollo basado en la agricultura orgánica y en la agro exportación por una actividad no renovable, que solo se verá limitada al empleo de mano de obra especializada?

Definitivamente la actividad minera resulta importante para muchas regiones del país y el caso piurano es particular, en tanto tiene un modelo de desarrollo exitoso y de largo plazo, que beneficia a mucha gente.

El proyecto minero Río Blanco no sólo presenta deficiencias en materia ambiental, como lo reconoció el mismo Brack en una entrevista de mayo de 2006 en la que señaló “Majaz está en una zona delicadísima porque es la naciente de varios ríos y puede contaminar el río Huancabamba y el Chinchipe”; el caso Río Blanco va más allá pues tiene problemas en material legal y social. La Empresa Minera Río Blanco Copper no cuenta con los permisos legales de las comunidades de Segunda y Cajas (Huancabamba) y Yanta (Ayavaca) para ocupar sus territorios, territorios en los que se pretende desarrollar el proyecto.

Sumado a ello, la presencia de la empresa ha generado una serie de problemas: constitución de comités de desarrollo para ganar la aceptación de la población, organizaciones sociales paralelas que presentan denuncias contras los líderes de la zona, entre las que debemos destacar la infundada denuncia por terrorismo archivada definitivamente, la creación de una ronda paralela que busca desestabilizar a la ronda legítima, actor de vital importancia en este conflicto. La población resiste y seguirá resistiendo a estas estrategias ilegítimas que están buscando dividir a la población.

Una última estrategia ha sido la creación de la ONG INTEGRANDO. En efecto y por más que el propio gerente de INTEGRANDO, señor Marco Tulio Vargas Trelles niegue la relación de su organización con el proyecto minero Río Blanco, ya son varias las oportunidades en las que se han mostrado los documentos que acreditan este vínculo. La relación no resulta compleja: INTEGRANDO recibe apoyo de ALICORP, empresa del grupo Romero, quien en la actualidad tiene, a través de su empresa Agropecuaria Las Huaringas, una opción de compra del 20% de acciones de Monterrico Metals, matriz del proyecto Río Blanco.

Este hecho puede ser fácilmente verificado en la propia web de la matriz y también ha sido confirmado mediante las declaraciones de Pedro José Vargas Lamela, comandante en retiro de la Policía Nacional que reveló en una entrevista radial que fue contratado por la ONG INTEGRANDO para hacer trabajos de inteligencia y seguimiento a las autoridades y dirigentes locales de Huancabamba y Ayavaca en Piura, que se oponen al proyecto minero Río Blanco de la empresa minera Río Blanco Copper S.A. (antes Minera Majaz).

Todos estos problemas, unieron a los líderes de los caseríos, comunidades y rondas de Huancabamba en una movilización masiva el día 24 de agosto de 2009, movilización en la que exigieron el retiro de INTEGRANDO de la zona, decisión que no ha sido respetada por esta última.

¿Por qué no resulta tan evidente en este caso que la población de Huancabamba y Ayavaca si tiene derecho a ser consultado sobre el modelo de desarrollo que desean seguir? ¿Por qué resulta más evidente en casos en los que vecinos de un distrito limeño reclaman por la tala indiscriminada de los árboles de su comuna? ¿No tiene acaso una comunidad el derecho a determinar qué actividades pueden realizarse en su territorio? ¿No es acaso lógico que puedan levantar su voz de protesta contra una empresa que sigue creando estrategias para lograr un resquebrajamiento social que les permita desarrollar un proyecto con serios cuestionamientos legales, sociales y ambientales?

Ustedes tienen la palabra.

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